Agitar la pirámide
La clave es la pirámide. Yo me entiendo y pronto ustedes también. Verán, hubo una serie hace muchísimos años que los más veteranos del lugar recordarán con tanto cariño como yo. Se llamaba Arriba y abajo. Para los más jóvenes: allí residía todo el encanto y mucho más que hoy destila Downton Abbey, la inconfesa parásita argumental de aquella maravilla de los setenta. El tema de la serie era sencillo: el día a día en una gran mansión británica de comienzos del siglo XX, tanto en su planta noble, donde vivían los pudientes propietarios, como en la que se ocultaba a ojos de la gente, donde todo ocurría y todo se gestionaba.